Dolor Lumbar
Este dolor suele ser consecuencia de problemas del sistema musculoesquelético, en especial de la columna vertebral, incluidas las estructuras óseas (vértebras), los discos y los músculos y ligamentos que las mantienen unidas. En algunos casos, el dolor lumbar es consecuencia de un trastorno que no afecta el sistema musculoesquelético.
El dolor lumbar (lumbalgia o lumbago) aumenta su frecuencia a medida que las personas envejecen, afectando a más de la mitad de los mayores de 60 años. Desde el punto de vista económico, supone un gasto considerable para los sistemas sanitarios y una pérdida importante de días laborales.
La columna vertebral se compone de vértebras. Hay discos amortiguadores entre cada una de las vértebras. Los discos tienen una capa externa resistente de fibrocartílago y un interior blando gelatinoso llamado núcleo. Cada una de las vértebras tiene dos articulaciones detrás de los discos. Las articulaciones se llaman articulaciones facetarias. Las facetas de un cuerpo vertebral descansan sobre las facetas del cuerpo vertebral situado debajo, formando una articulación. Las articulaciones facetarias y, por lo tanto, la columna vertebral, están estabilizadas por ligamentos y músculos, que comprenden los siguientes:
- Los dos músculos psoas-ilíacos, que discurren a ambos lados de la columna vertebral
- Los dos músculos erectores espinales, que se localizan por detrás de la columna en toda su longitud
- Múltiples músculos paravertebrales cortos, que se extienden entre las vértebras
Los músculos abdominales, que van desde la parte inferior de la caja torácica hasta la pelvis, también ayudan a estabilizar la columna soportando el contenido abdominal. Los músculos de las nalgas también ayudan a estabilizar la columna. En conjunto, estos músculos se denominan musculatura del tronco.
La médula espinal se encuentra en el interior de la columna vertebral. A todo lo largo de la médula espinal y a través de los espacios localizados entre las vértebras emergen los nervios raquídeos, que se conectan con los nervios del resto del organismo. La parte del nervio raquídeo más cercana a la médula espinal se denomina raíz del nervio raquídeo. Debido a su posición, las raíces nerviosas espinales pueden comprimirse cuando la columna vertebral se lesiona, produciendo dolor.
La parte inferior de la columna (columna lumbar) se conecta a la parte superior de la espalda (columna torácica) por arriba y a la pelvis a través del sacro por debajo. El sacro es el gran hueso triangular situado en la base de la columna vertebral, cuya parte inferior es el coxis. La columna lumbar es flexible para permitir el giro, la torsión y la flexión, y proporciona fuerza para pararse, caminar y levantar objetos. Por tanto, la región lumbar participa en casi todas las actividades cotidianas. El dolor lumbar limita muchas actividades y disminuye la calidad de vida.
Tipos de Dolor Lumbar
Los tipos más frecuentes de dolor lumbar son el dolor local, el dolor irradiado y el dolor referido.
El dolor local
Se produce en una zona específica de la región lumbar. Este es el tipo de dolor más frecuente. La causa suele ser una lesión discal pequeña, artritis articular y esguinces y distensiones musculares. El dolor puede ser constante y de poca intensidad o, en ocasiones, intermitente y agudo. Cuando la causa es una lesión se puede sentir un dolor repentino. El dolor local se puede agravar o aliviar con los cambios de posición. La región lumbar puede ser sensible al tacto. Pueden producirse espasmos musculares.
El dolor irradiado
Es el dolor que desciende desde la zona lumbar hasta la pierna. El dolor puede ser sordo o bien agudo e intenso. Por lo general afecta solo el lateral o la parte posterior de la pierna y puede viajar hasta el pie o solo hasta la rodilla. El dolor irradiado suele originarse debido a la compresión de una raíz nerviosa ocasionada por diferentes trastornos, como una hernia discal, artrosis, ciática o estenosis vertebral (o estenosis raquídea). Toser, estornudar, levantar peso o inclinarse hacia adelante manteniendo las piernas estiradas puede desencadenar el dolor irradiado. Si hay presión sobre la raíz nerviosa, el dolor puede estar acompañado por debilidad muscular en la pierna, una sensación de hormigueo o incluso pérdida de la sensibilidad. Con muy poca frecuencia, la persona afectada pierde el control de la vejiga (incontinencia urinaria) o el control intestinal (incontinencia fecal).
El dolor referido
Se localiza en una ubicación diferente de la causa real del dolor. Por ejemplo, algunas personas que sufren un infarto de miocardio (ataque al corazón o ataque cardíaco) sienten dolor en su brazo izquierdo. El dolor referido desde los órganos internos a la zona lumbar tiende a ser profundo e intenso, y su ubicación exacta es difícil de precisar. Habitualmente, los movimientos no lo empeoran, a diferencia del dolor lumbar debido a trastornos musculoesqueléticos.
Causas del dolor Lumbar
La mayor parte de los dolores lumbares están causados por trastornos localizados en la columna vertebral y las articulaciones, músculos, ligamentos y raíces nerviosas adyacentes, o por trastornos de los discos intervertebrales. Con frecuencia, no se puede identificar una única causa. Cualquier trastorno doloroso de la columna puede causar contracturas reflejas (espasmos) de la musculatura paravertebral. Estas contracturas pueden empeorar el dolor existente. El estrés puede agravar el dolor lumbar, pero no está claro en qué modo.
Algunas veces, el dolor de espalda se debe a trastornos que están fuera de la columna vertebral, como cáncer, trastornos ginecológicos (por ejemplo síndrome premenstrual), trastornos renales (por ejemplo cálculos renales) y urinarios (por ejemplo infecciones del riñón, la vejiga y la glándula prostática), trastornos del tubo digestivo (por ejemplo, diverticulitis) y trastornos de las arterias principales cercanas a la columna vertebral.
Causas Frecuentes
Lesiones en los músculos y ligamentos
Las lesiones pueden ocurrir durante las actividades de rutina (por ejemplo, levantar objetos, hacer ejercicio, moverse de manera inesperada) o ser consecuencia de un traumatismo, como una caída o un accidente de tráfico. A menudo no se identifican estructuras lesionadas específicas en las pruebas de imagen, pero los médicos suponen que algunos músculos y/o ligamentos se han visto afectados.
Artrosis
La artrosis (artritis degenerativa) hace que se desgaste el cartílago entre las articulaciones facetarias y se formen espolones óseos (osteofitos). Este trastorno se debe en parte al desgaste de años de uso. Es más probable que desarrollen artrosis en una zona las personas que sobrecargan de forma repetitiva una articulación o un grupo de articulaciones de dicha zona. Los discos situados entre las vértebras se deterioran y los espacios entre las vértebras se estrechan, lo que aumenta la presión sobre las articulaciones facetarias, que se inflaman (artritis) y forman espolones óseos en las aberturas para las raíces nerviosas. Con degeneración grave y pérdida de altura del disco, los osteofitos de la abertura pueden comprimir las raíces nerviosas raquídeas. Todas estas alteraciones causan dolor lumbar y rigidez.
Fracturas vertebrales por compresión
Las fracturas por compresión vertebral (aplastamiento) (fracturas de las vértebras raquídeas) se producen habitualmente cuando la densidad ósea disminuye debido a osteoporosis, que aparece de forma característica a medida que las personas envejecen. Las vértebras son especialmente susceptibles a los efectos de la osteoporosis. Las fracturas vertebrales por compresión (que a veces causan un dolor de espalda intenso y súbito), se pueden acompañar de la compresión de las raíces nerviosas espinales (lo que puede cronificar el dolor lumbar). Sin embargo, la mayoría de las fracturas debidas a osteoporosis se producen en la parte superior y en la parte media de la espalda y causan dolor en estas zonas más que en la región lumbar.
Rotura de anillo fibroso o hernia discal
Una rotura del anillo fibroso o una hernia de disco pueden causar dolor lumbar. El disco posee una cubierta resistente (anillo fibroso) y un interior blando y gelatinoso. Si un disco se sobrecarga repetidamente por las vértebras que tiene por encima y por debajo (como cuando una persona se inclina hacia adelante, sobre todo cuando al levantar un objeto pesado), la capa externa puede desgarrarse (romperse) y causar dolor. El contenido del disco puede migrar a través del desgarro y protruir hacia el exterior (hernia). Este bulto puede comprimir, irritar e incluso dañar la raíz del nervio raquídeo contiguo, causando más dolor y síntomas que se sienten en una o ambas piernas. Un disco roto o herniado que afecta los nervios también causa ciatalgia. Sin embargo, los estudios de diagnóstico por la imagen como la resonancia magnética nuclear (RMN) a menudo muestran discos abultados en personas que no presentan síntomas ni problemas.
Estenosis vertebral (o raquídea) lumbar
La estenosis vertebral lumbar es el estrechamiento del conducto raquídeo, que atraviesa el centro de la columna vertebral y contiene la médula espinal y el haz de nervios que se extiende en sentido descendente desde la parte inferior de la médula espinal, situada en la parte inferior de la espalda (zona lumbar). Es una causa frecuente de dolor lumbar en personas mayores. También se puede producir en personas de mediana edad que nacieron con un conducto vertebral (o raquídeo) estrecho. La estenosis vertebral (o raquídea) está causada por trastornos tales como artrosis, espondilolistesis, espondilitis anquilosante y enfermedad ósea de Paget.
La estenosis vertebral (o raquídea) puede causar ciática además de dolor lumbar.
Espondilolistesis
La espondilolistesis es el desplazamiento parcial de una vértebra de la región lumbar. Uno de los tipos suele ocurrir durante la adolescencia o las primeras etapas de la vida adulta (a menudo en deportistas) y está causada por una lesión que fractura una parte de la vértebra. Si ambos lados de la vértebra están comprometidos, la vértebra puede deslizarse hacia adelante sobre la que está debajo de ella. La espondilolistesis también puede ocurrir en adultos mayores, pero principalmente como resultado de una enfermedad degenerativa. Las personas que desarrollan espondilolistesis cuando son adultas corren el riesgo de desarrollar estenosis raquídea lumbar.
Fibromialgia
La fibromialgia es una causa frecuente de dolor que afecta muchas partes del cuerpo, a veces incluyendo la zona lumbar. Esta enfermedad causa dolor crónico generalizado (difuso) en los músculos y en otros tejidos blandos distintos de la región lumbar. La fibromialgia también se caracteriza por sueño poco reparador y fatiga.
Causas menos frecuentes
- Infecciones de la columna vertebral
- Tumores vertebrales
- Aneurisma (dilatación) de la principal arteria del abdomen (aneurisma aórtico abdominal)
- Algunos trastornos digestivos, como diverticulitis
- Algunos trastornos de las vías urinarias, como infecciones renales, cálculos renales y prostatitis
- Trastornos que afectan la pelvis, como embarazo ectópico, enfermedad inflamatoria pélvica y cáncer de ovario o de otros órganos genitales
- Herpes zóster (culebrilla) (antes y después de que se visualice la erupción)
- Enfermedad ósea de Paget
- Diversos tipos de artritis inflamatoria, como la espondilitis anquilosante (espondiloartritis anquilosante).
- Trastornos inflamatorios o infiltrativos en el espacio situado detrás de la cavidad abdominal (retroperitoneo), como cicatrización, hemorragia, aumento de tamaño de los ganglios linfáticos y enfermedad relacionada con la inmunoglobulina G4 (IgG4-RD)
- Trastornos musculares inflamatorios, como la polimiositis y otras miopatías inflamatorias y polimialgia reumática
Signos de alarma
En las personas con dolor lumbar, ciertos síntomas y las características de estos síntomas pueden ser preocupantes. Entre estos signos se incluyen los siguientes
- Antecedentes de cáncer
- Utilización de fármacos inmunosupresores, infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), sida, uso de fármacos por vía parenteral, cirugía reciente, o una herida (circunstancias, todas ellas, que aumentan el riesgo de infección)
- Entumecimiento, debilidad en una o ambas piernas, dificultad para vaciar la vejiga (retención de orina) o pérdida de control de la vejiga o del intestino (incontinencia urinaria o incontinencia fecal) (todos ellos son síntomas que sugieren daño nervioso o compresión de la médula espinal)
- Fiebre
- Pérdida de peso
- Dolor nocturno intenso
- Dolor abdominal o torácico, o sensación de pulso en la parte superior del abdomen, síntomas que sugieren un aneurisma aórtico abdominal
- Vómitos, dolor abdominal intenso o heces de color negro o sanguinolentas (síntomas que sugieren un trastorno digestivo)
- Dificultad para orinar, sangre en la orina o dolor intenso de tipo cólico en un único lado y que irradia hacia la ingle (síntomas que sugieren un trastorno de las vías urinarias)
CONTRAINDICACIONES
- Personas con marcapasos
- Cáncer
- Embarazadas
- Lipotimia
- Trastornos cardiovasculares
- Baja presión sanguínea
- Fiebre
- Infecciones graves
- Alergias por contacto
- Enfermedades de la piel
- Heridas abiertas
- Herpes Zoster